Le dirán de Cuba

El espacio entre lo que se espera de un lugar desconocido y lo que realmente existe es enorme. Acá un paralelo de lo que se piensa que es Cuba y su realidad apretada, asombrosa y tan distinta a todo lo demás.

Por Andrea Uribe Yepes
Fotografrías: Santiago Vélez

Le van a decir que está detenida en el tiempo y que esto se va a hacer palpable en las paredes de los edificios que se debaten entre el desgaste y la suciedad, en los muebles de madera golpeada, carcomida y nunca restaurada que se ven a través de las puertas casi siempre abiertas de las casas, en los vidrios de las vitrinas que tienen una tonalidad mate propia de algo que ha recibido mucho polvo y que, en igual proporción, se ha limpiado y en ese roce ha perdido el brillo. Le van a asegurar que va a ver ese otro tiempo en los carros parqueados frente al Hotel Inglaterra en La Habana Vieja y se va a escuchar en el bus que rechina. Recordará el sonido de las cosas que crujen porque ya han sobrevivido demasiado tiempo, recordará todo lo viejo que ha visto en su vida y pensará que lo va a encontrar ahí.

También le trazarán un recorrido: La Habana, Cienfuegos, Trinidad, Varadero y, si hay tiempo, mucho tiempo, Santiago de Cuba. La Habana será precioso, Cienfuegos estará bien, Trinidad será complaciente y luego sabrá que pudo haber no ido a Varadero, que allí solamente hay hoteles repletos de personas que compran paquetes turísticos todo incluido, hasta el hastío. Querrá más días en La Habana porque sentirá que le faltó ver cosas pero nunca sabrá si será cierto, porque lo más seguro es que nunca vuelva.

Le harán un menú.
El impuesto por Ernest Hemingway: un mojito en La Bodeguita del medio y un daikiri en La Floridita.
Le harán otro menú.
El impuesto por los cubanos: moros y cristianos (frijoles negros y arroz blanco), ropa vieja, cerdo.

Se decepcionará. Pensará que en cada esquina habrá agrupaciones tocando son cubano o salsa pero no será cierto. Verá que para conmoverse, para escuchar algo que diga así: “El cariño que te tengo, no te lo puedo negar” tendrá que rebuscar algún bar o restaurante con música en vivo y no será fácil. Sobre todo, si va en una época en la cual la Fábrica de Arte de Cubano no esté funcionando. En el único lugar donde no habrá problema encontrando la fiesta es en Trinidad, porque a las 11 de la noche verá a todos los que visten más ligero caminar hacia unas callecitas empinadas que desembocan en una cueva convertida en discoteca. Allí tampoco sonará música cubana porque la sobreponen el reggaetón, los one hit wonders y hasta la importada guaracha.

No le van a decir que hay gatos y perros sin dueño en todas las calles que recorra. Más en La Habana. No sabrá de dónde sacan la comida, ni el agua para beber, ni si algún día alguien les atenderá los males que se les nota –a algunos– en la piel. Pero sí verá a los gatos trepar las rejas con sus patas y colas de ninja y a los perros dormir a cualquier hora y pasear con lentitud en busca del sol.

No le van a decir que el lugar que se quedará más pegado en su memoria será la Universidad de La Habana, una asamblea de edificios estilo neoclásico de colores pastel rosa, amarillo y naranja. Entrará rápido por una puerta chiquitita con temor a que alguien le diga que no puede ingresar, pero nadie lo va a detener. Recorrerá los edificios, encontrará similitudes entre los programas de aquí y de allá –las mismas materias de derecho, por ejemplo– y terminará el recorrido viendo una esfinge de Alma Máter seguida de unas de escaleras largas altísimas que acogieron siempre la revolución.

Verá:
La fila del pan.
La fila para comprar las tarjetas de internet.
La fila de la carnicería.
La fila para comprar una helado en Coppelia.
La fila en la farmacia.
La fila para comprar merengues caseros en la calle.

Notará, en cualquier contacto que tenga con cubanos, que gozan de una dignidad distinta: entre lo dulce y lo altivo, pero siempre segura. No le dirán tampoco, que serán amables y a veces no entenderá por qué. Porque no pidieron nada, pero lo acompañaron hasta el lugar a donde iba, le contaron historias y le explicaron el camino de regreso.

Únicamente una vez se adentre los suficiente en la Habana Vieja observará esas partes que sí están restauradas, pero solo para el turista, pues es allí donde están los museos de arte de arte mural, del cacao, de cerámica (varios), donde están las galerías, las tiendas especializadas en habanos, en abanicos, en ron Havana Club. Al lado de todo esto, en lo que parece ser un parqueadero, verá una feria de libros, discos y chécheres. Verá las primeras ediciones de clásicos cubanos como Paradiso de José Lezama Lima o El reino de este mundo de Alejo Carpentier. Comprará estampillas, pines soviéticos, un libro escrito por Fidel Castro sobre uno de los procesos de paz fallidos en Colombia, un disco que le encargaron de Bola de Nieve.

A pesar de no disfrutar mucho su estancia en Varadero sabrá que será difícil encontrar una playa más bella. Se sorprenderá con esos pedazos donde el mar se queda un poco atrás y la arena le hace fuerza a las olas y forman una pequeña bahía a la inversa. Le parecerá que nunca vió tanto mar y que allí conoció azules nuevos para su colección cromática. Cuando esté en Varadero tratará de buscar similitudes con la playa de Santa María que visitó en La Habana días antes, y entre los colores, la amplitud y la compañía se le caerá el estigma que tenía antes: que todas las playas son iguales.

Contará los atardeceres que puede ver completos. Desde que la luz del sol –que ya no calienta– es tan intensa que no deja verse sin gafas oscuras, hasta cuando ya solo hay un semicírculo, hasta que el mar o lo que sea que vea al fondo se traga el último rayo de luz.

Atardecer número 1: Cienfuegos. Sentados en la terraza del Palacio de Valle. En la mesa había mojitos. Se quedó hasta el final.
Atardecer número 2: Trinidad. Se separó del grupo y le tocó treparse a un muro para verlo. En el cielo había tonos rosados.
Atardecer número 3: lo olvidará.

Olvidará otras cosas también. El olor de las calles, casi todo lo que pasó en los días que no estuvieron soleados, cuál fue el mejor mojito y la peor comida. Pero cuando le pregunten, porque le van a preguntar, si quiere volver algún día, su respuesta saldrá balbuceada. Porque dirá que no, que ya estuvo, que ya lo conoció, pero vendrán los recuerdos, las imágenes que sí se fijaron en la memoria y sentirá una nostalgia chiquita y de ahí vendrá la duda.

Jericó | Un rincón mágico

Jericó es un municipio del suroeste antioqueño en el que todo merece ser visto con atención. Las calles aún conservan algunas casas de la arquitectura de la colonización antioqueña de montaña con estructuras que preservan los zaguanes, los patios centrales de baldosas de colores, los corredores, las alcobas intercomunicadas y los balcones semi redondos.

Además, posee gran área de zonas veredales en las que es posible encontrar tanto fincas que practican la agricultura de café, aguacate, gulupa y tomate, así como espacios que albergan una gran diversidad de flora y fauna.

Este municipio es cuna del guarniel o carriel, una de las artesanías más relevantes para su cultura por su manufactura especializada, compleja y autóctona.

Rutas desde Medellín

Ruta Medellín – Jericó (por Bolombolo)
Ruta Medellín – Jericó (por Fredonia)

Hotel Atenas Jericó | Calle 8 No. 2-80

Ubicado a una cuadra del parque principal y diagonal a la casa natal de la Santa Madre Laura, el Hotel Atenas Jericó ofrece un ambiente de amabilidad y regocijo. La buena adecuación lo convierten en un lugar cómodo y con excelentes instalaciones de estilo rustico y contemporáneo. Este hotel le proporcionará un perfecto punto de partida para explorar el centro histórico del municipio, con sus sitios de interés, monumentos, calles comerciales y culturales más importantes cerca a usted.

El Despertar Hotel | Carrera 6 No. 8-29

Este es un hotel boutique de descanso en Jericó, mirando al valle del río Piedras. Está ubicado en una zona tranquila del casco urbano de Jericó. Es fruto de la reconstrucción completa de dos casas antiguas conjugando los ambientes tradicionales antioqueños con los espacios amplios de la arquitectura moderna.

Hotel Casa Grande| Calle 7 No. 5-54

Este Hotel de Jerico está ubicado a una cuadra del parque principal. Es un lugar colonial, cómodo y tranquilo, con excelentes habitaciones de ambiente familiar. La tarifa incluye desayuno. Cuenta con 15 habitaciones con TV Led, wi-fi y baño cabinado con agua caliente.

¿Dónde tomarse un buen café?

Café Saturia | Calle 5 N 4-27. Calle del poeta

Café Saturia o República del Café es una empresa jericoana promotora y comercializadora de cafés especiales los cuales son producidos en el municipio. Este lugar ofrece una experiencia tranquila y propicia el encuentro en un espacio que alberga algunas obras plásticas de artistas locales.

¿Dónde desayunar?

La Terraza es un corredor de cafés tradicionales. Privilegia una mirada amplia sobre su parque y actividad comercial.

La Ceiba | Carrera 4b 9c No. 6-40

Esta cafetería y panadería es uno de los lugares tradicionales y más emblemáticos de La Terraza. Ofrece una amplia oferta de repostería y comida tradicional.

Bendito Café | Carrera 4b

Es una charcutería con una amplia carta de cafés, repostería, quesos y vinos. Además ofrece planchas de carnes, desayunos y comidas rápidas.

¿Dónde almorzar?

Restaurante Tierra Santa | Calle 7 No. 5-22

Tierra Santa es un restaurante que tiene la más amplia carta de comida tradicional antioqueña. Su amplio menú incluye desde lo más básico hasta lo más gourmet; entre sus productos se encuentran: sopas, bandejas típicas, cazuelas, planchas de carnes, pescados, comidas rápidas, bebidas y licores (como aperitivo).

¿Dónde cenar?

Isabel café bar | Calle 5 con carrera 5. Calle del poeta

Este restaurante presenta una oferta de cortes de carne angus brangus. Además ofrece un agradable espacio decorado con mueblería vintage.

Tomatittos Pizza & Parrilla | Carrera 5 No. 6 – 47

Sus preparaciones incluyen barbacoa, hamburguesas y comida vegetariana. Entre sus productos especiales está la ensalada de camarones y palmitos, la ensalada del chef y la ensalada griega.

Dulces o postres tradicionales

Pizzería de Jose | Calle 6 No. 5-64

Esta tienda, además de pizza, ofrece uno de los postres tradicionales del municipio: el Postre jericoano. La familia dueña de este lugar de más de 15 años tiene una compleja receta que ha sido transmitida por generaciones desde los años 30. El postre consta de  una preparación de papaya madura con piña y coco, brevas caladas en panela, arequipe, papaya verde calada en panela, en una elaboración artesanal.

Panadería Valle | Sector Rondinela

Es la panadería más tradicional de Jericó. Fue abierta a mediados de los años 30 y tiene la reconocida Luisa jericoana. Productos como el pandequeso, las cucas y pasteles de guayaba son horneados en leña.

Museos

Maja | Calle 6 con calle 7 No. 6-60

Este es un museo arqueológico y de arte. Cuenta con un poco más de 2.000 piezas precolombinas y muestras mensuales de artistas nacionales e internacionales. Algunas de las exposiciones más importantes que ha tenido este museo son las de Luis Caballero, Manzur, Andy Warhol, entre otras.

Museo de Arte Religioso | Parque principal, bajos de la Catedral

Este lugar alberga una colección de unas 740 piezas entre antigüedades de orfebrería, textiles, esculturas, grabados, dibujos y pinturas; además de su colección de ornamentos y objetos sagrados.

Centro de Historia de Jericó

Este espacio fue fundado en 1973 con el propósito de conservar y acrecentar el patrimonio cultural además de poseer el repositorio histórico de este municipio, de lo cual hace parte una biblioteca de autores jericoanos de literatura y una pinacoteca de personajes que han sido importantes para su historia.

Caminatas ecológicas y deportes extremos

Las Nubes

El Parque Natural Las Nubes es una zona de reserva ecológica ubicada aproximadamente a 2.250 m.s.n.m. que aún conserva buena parte de la biodiversidad local no solo de aves, sino de primates. Desde allí es posible ver el cañón del río Cauca.

Ecoland | 1 Km antes del casco urbano de Jericó

Ecoland es un centro turístico enfocado en el turismo de aventura y turismo ecológico. Su objeto es brindar una experiencia integral a sus clientes. Ofrece servicios de vuelo parapente con piloto certificado y disponibilidad de pista. Además ofrece otras opciones: tour del café, avistamiento de aves y monos aulladores, recorrido por diferentes cascadas, tardes de sol en fincas del municipio, picnic, camping y restaurante.

Guadalajara de Buga, un milagro por descubrir

Como la notas cortas de viaje, como las de un cuaderno, de una bitácora, este es un apunte sobre Guadalajara de Buga en el Valle del Cauca.

Por Lizeth Morelos

Sube tres cuadras, a mano derecha voltea, de ahí sube tres cuadras más y apenas vea una ventana medio abierta, queda de ahí a dos cuadras más… Si a usted le están dando estas indicaciones quiere decir que usted ha llegado a Guadalajara de Buga, una ciudad adornada por casas antiguas que tiene historias en cada esquina y un interesante pasado por contar. Muchos la conocen porque han ido a pedirle al milagroso algún favor o han escuchado decir “voy a ir a cumplir una penitencia a Buga”; pero, ¿realmente conocemos qué hay más allá del turismo religioso? 

Yo no conocía Buga y debo aceptar que la única referencia que tenía de esta ciudad era la basílica. Pero al llegar y ver este paraíso que sobrevivió a un terremoto en el año de 1977 y a una toma guerrillera en una de sus veredas por el frente 5 de las Farc me hizo sentir admiración por cada calle que cruza esta gran ciudad, escuchar cómo con orgullo reviven las anécdotas de sus fundadores, me puso a pensar que los bugueños aman cada pedacito y rincón que los representa.

***

“El bobo amarrado al papayo”: sobre esta expresión cuentan que las familias adineradas de la época, para no perder su pureza y riquezas, se casaban entre ellos mismos; esto generó que los descendientes nacieran con problemas genéticos y a algunos, dicen, tocaba amarrarlos a un papayo por tener problemas de conducta agresiva. Así como esta expresión se escuchan otras como “La dirección bugueña”, que la mencionamos al inicio de este texto y  “El paseo bugueño”, conocida por aludir a reuniones donde las mujeres van por un lado y los hombres por otro. 

***

Su gastronomía busca que las familias se reúnan en la mesa a compartir una deliciosa chuleta que le da la vuelta a la bandeja, acompañada de papas fritas y arroz por montó, se invita a repetir y se demuestra que donde come uno comen tres con un sabor que es representativo de Guadalajara.

Tesoros escondidos como la Casa Lago El Manantial ubicada en la vereda Alaska, te hacen soñar y querer volver y permanecer en este lugar, donde Don José construyó su casa encima del agua cristalina en una estancia acompañada de silencio, recibiendo a propios y visitantes que deseen  dejarse envolver por la magia y calma que irradian así se mire de lejos.     

Esta es Guadalajara de Buga, la ciudad señora, la que sueña, la orgullosa esa que todos los días trata de ser mejor y mostrarle al mundo su majestuosidad.

Urrao | Biodiversidad multicolor

En Urrao se ubica uno de las estrellas hidrográficas más importante de la Cordillera occidental. Se trata del Páramo de Sol, donde además de la amplia presencia de aves, en especial de colibríes, así como la de ranas y de mamíferos, se destaca la del oso de anteojos (Tremactos ornatus). Este gran ecosistema inicia en los 2.600 m.s.n.m. y finaliza en los 4.080 m.s.n.m., erigiéndose como uno de los lugares más altos de Antioquia.

Este municipio cuenta con el Parque Nacional Natural Las Orquídeas que alberga los colores, las formas y los aromas de gran una gran cantidad de especies de orquídeas para su conservación.

La comunidad embera y sus tradicionales Fiestas del Cacique Toné, a finales de junio, resaltan el espíritu de libertad y rebeldía heredado del legendario líder indígena Cacique Toné.

Su gastronomía está llena de sabores como el típico Queso dulce y la granadilla, fruta emblemática de la región.

Planea tu viaje a Urrao a través de esta guía y recibe los mejores precios en hoteles y en planes de recorridos ecológicos y de aventura. Viaja por tierra o vuela en avión y en 20 minutos descubre el valle del río Penderisco en una experiencia plena de bellos paisajes.

¿Dónde hospedarse?

Flores del Paraíso | Carrera 30 No. 30-51

Este hotel  cuenta con 38 habitaciones, 2 suites y servicios de internet wi-fi, televisión por cable, recepción 24/7, turco y restaurante.

Hotel Parque Orquídeas | Calle 30 No. 30 – 26. Parque principal

El Hotel cuenta con 18 habitaciones en acomodación de pareja y múltiple. Dotadas con baño independiente, agua caliente, TV LCD, señal de cable, servicio de wi-fi y parqueadero.

Allí podrá disfrutar de la más hermosa vista hacia el Parque Rafael Uribe y de dos salas donde admirar una hermosa galería de fotografías de orquídeas del Parque Nacional Natural Las Orquídeas, ubicado en este municipio.

Hotel Colonial | Carrera 30 No. 29 – 24. Parque principal

Cuenta con 35 habitaciones para acomodación sencilla, múltiple y apartasuite. Cuentan con baño privado, agua caliente, TV, señal de cable, Minibar, wi-fi y hermosos corredores coloniales y jardines.

Finca Hotel Las Araucarias | A 5 kilometros antes de la cabecera municipal

Es un lugar campestre ubicado en el corazón del valle del Penderisco; un sitio rico en biodiversidad, paisajes mágicos e historia. Ofrece todas las comodidades para una estadía placentera de recreación y descanso. Tiene servicios de piscina, turco, bar y restaurante. Además, permite elaborar diversos planes tanto ecológicos como de recreación como la excursión a la Reserva del Colibrí o rutas a caballo.

¿Dónde tomarse un buen café?

Café del Paraíso | Parque principal

Su tienda está ubicada en el parque principal de Urrao. Esta empresa promueve la cultura del café en los más jóvenes a quienes se les vincula en programas educativos desde la siembra del café, su labranza, hasta su producción, acompañados por la Federación Nacional de cafeteros.

Dulces o postres tradicionales

Quesera Guzmanes | Calle 27 No. 30-49

Esta tienda de dulces tradicionales de Urrao ofrece especialidades como el queso quemao, el queso dulce envueleto en guasca y una variedad de arequipes.

Museos

Casa de la Cultura “Luis Hernán Vásquez Duque” | Carrera 31 No. 24-06

La Casa de la Cultura “Luis Hernán Vásquez Duque” tiene en su amplia oferta cultural los siguientes procesos: danza, teatro, artes plásticas, biblioteca, escuela de música, arqueología, grupos de vigías del patrimonio,  con una proyección a los distintos géneros poblacionales y una riqueza cultural enfocada en las tres etnias que lo catapulta como uno de los destinos obligados en el departamento de Antioquia.

Caminatas ecológicas y deportes extremos

Paraíso Viajes y Destinos | Calle 27 No. 30 – 43

Esta agencia de viajes ofrece apoyo apoyo profesional a los visitantes del municipio de Urrao con el fin de que estos disfruten de una experiencia diferencial y segura. Entre sus servicios se encuentra un plan completo de aventura, cultura y descanso.

Algunos de los lugares que integran su plan son:

– 1- Páramo del sol.
– 2- Reserva Colibrí del sol.
– 3- Miradores Jaipera, Aeropuerto, Peseta, Cristo Rey y Cruz del Indio.
– 4- Cascadas de la Honda.
– 5- Ruta agroturistica por los cultivos de Guapantal.
– 6- Paseo en el Río Penderisco.
– 7- Cabalgata Ecológica La San José.
– 8- Rappel en las peñas del Peseta.
– 9- Pesca en las trucheras.
– 10- Recorrido histórico en el casco urbano.

Esta agencia, además, ofrece el servicio de transporte aéreo Medellín – Urrao – Medellín. Los vuelos se hacen en el avión bimotor CESSNA T303 desde el Aeropuerto Olaya Herrera en la ciudad de Medellín, la duración del vuelo es de 20 minutos los días sábados y lunes.

Guatapé | El gran lago en las montañas

Guatapé es un municipio de subregión del oriente de Antioquia. Su cabecera está a 79 kilómetros de la ciudad de Medellín.

El municipio posee muchos apelativos por su  desarrollo económico, especialmente turístico, a partir del conocido “Embalse Peñol-Guatapé”. Otros apelativos que ha recibido son “Remanso de Paz”, “Corazón del Oriente Antioqueño”, “Mar Interior de Antioquia”. Las fachadas de sus casas son coloridas, adornadas con tradicionales zócalos. El malecón ofrece una amplia oferta gastronómica, una hermosa vista sobre el embalse.

¿Dónde hospedarse?

Hotel El Descanso del Arriero | Calle 30 No. 28 – 82

Los huéspedes pueden disfrutar del bar del hotel. Hay aparcamiento privado gratuito disponible en el sitio. Cada habitación está equipada con un televisor, wi-fi gratuito y baño privado con ducha. Cuenta con un salón y tiendas compartidas en la propiedad. Puede participar en diversas actividades, como paseos a caballo, pesca y senderismo.

Hotel Zócalo Campestre | Calle 30 No. 28 – 82

Está ubicado a 200 metros antes de la entrada principal a la piedra y a la estación de gasolina, a 3 minutos del casco urbano del municipio de Guatapé.

Tiene 16 cabañas inspiradas en las tradiciones y cultura de Guatapé, considerado uno de los pueblos más turísticos y coloridos del mundo.

Cuenta con 5 cabañas familiares (con capacidad máxima de 4 personas), 11 cabañas tipo suite (con capacidad máxima de de 3 personas), y 6 habitaciones en la casa principal para grupos, para disfrutar de la comodidad y el confort en tus días de descanso.

Hotel Pietrasanta

Ingresando en lancha desde Guatapé, en medio de la reserva natural se encuentra este hotel rodeado de bosque y y del agua cristalina del lago. Ofrece una experiencia diferente: de paz, naturaleza y relajación donde se puede disfrutar de playa, kayaks, botes de remo, pesca, kiosko de hamacas, salón de juegos, tour en el planchó, masaje relajante y spa, cenas románticas, caminata ecológica guiada. Cuenta con 14 cabañas con espectacular vista al lago.

Cabañas Flotantes: Suspendidas en el lago, y rodeadas de agua y bosque se convierten en el mayor atractivo del eco hotel por ser una experiencia única y diferente para parejas y familias.

Cabañas Bungalow: Cerca al bosque con vista al lago, una opción para parejas que buscan privacidad y romanticismo.

Cabañas Chalet: Ideal para familias o grupos de amigos, están más cerca al lago,  la playa y las áreas comunes del eco hotel.

¿Dónde tomarse un buen café?

Café La Viña | Calle 32 No. 31-23

Su producto principal es el café de diferentes orígenes y fincas. Se encuentran preparaciones como espresso, late, capuccino, americano, moca y mocaccino.

Black Hole Café | Calle 31 No. 29-04

Ofrece café espresso de origen local, té colombiano de hoja suelta, pastelería hecha en casa. Además se encuentran productos como:  Affogato (espresso doble, helado de vainilla y amaretto), cold brew con leche, cappuccino, cheesecake de frutos rojos, y muffin de amapola y naranja.

Kaffa Café Bar | Plazoleta de los Zócalos No.30-34

Este lugar tiene una amplia variedad de productos elaborados con café cultivado en el mismo municipio.

El Patito Modosito | Calle 31 con Carrera 29-52

Entrega a sus clientes una productos como café, postres y merienda. Es un agradable sitio para comer y pasar un rato acompañado de música, humor y buen ambiente.

¿Dónde desayunar?

Guatacrep’s | Calle 31 No. 27-58

En este lugar es posible encontrar crêpes francesas saladas, vegetarianas, dulces, mermeladas caseras, pan francés artesanal , panes de chocolate, lasagnas con pastas frescas, quiches lorraines y vegetarianas, pizzas y sándwich.

¿Dónde almorzar?

La Fogata | Carrera 30 No. 31-32. Frente al terminal de transporte

Este restaurante ofrece parrilla y comida típica. Otros productos de su carta son las costillas BBQ, trucha marinera, filet mignon y asados al carbón. Tiene vista panorámica al malecón.

Al carbón Parrilla | Calle 32 No. 28-71, local 02

Ofrece diferentes platos elaborados al carbón. Sus productos son carne angus, pescados, hamburguesas, costillas BBQ, baby beef opciones vegetarianas y vinos.

Ramé Cocina Artesanal | Carrera 26 No. 31B – 26

Propone una cocina artesanal como una propuesta gastronómica fresca. Un espacio pensado para un momento tranquilo rodeado de detalles coloridos con su decoración vintage.

Invita a difrutar de la “slow food” como una apuesta de cocina consciente, donde todas nuestras creaciones se preparan con ingredientes naturales, sostenibles, sanos, con opciones vegetarianas y veganas. Los platos son livianos bajos en grasa, sal y azúcar, sin conservantes ni productos refinados con un toque especial de aceites de primera presión en frío, hierbas y especias.

Hecho con amor Deli | Carrera 27 a No. 30-71

Tiene una carta con productos como hambuergesas veganas, wraps y empanadas vegetarianas; además sopa de minestrone, quiche de verduras asadas; ensalada de quinoa, cheesecake de maracuyá; torta de limón y zucini, brownies (veganos) de chocolate y banano y barras de Avena y nueces (veganas y sin azúcar).

¿Dónde cenar?

Thai Terrace | Carrera 22 No. 29B-29

Este restaurante tiene vista al lago y las montañas que lo rodean. Ofrece platos de la comida tailandesa y sabores del sureste de Asia como el curry rojo y opciones vegetarianas, además de vinos chilenos y mojitos.

El muelle Resto Bar | Sector el Malecón

Es un bar flotante que propone un espacio para compartir con amigos y familia de bebidas nacionales e internacionales y el delicioso sazón argentino.

Dulces o postres

Dulces de Guatapé | Calle 29 No. 23C – 32

Ofrece productos elaborados sin químicos ni conservantes como: panelitas de arequipe con coco, bocadillo de uchuva, de tomate de árbol y con arequipe, jalea de guayaba y arequipe con coco y maracuyá.

Caminatas ecológicas y deportes extremos

Hotel Manantiales del Campo y Hang Glide Colombia | Km 15 entrada por la Central Hidroeléctrica de Guatapé. Vía Guatapé – San Rafael (El Playón Vereda Peñoles)

Ofrece vuelos en ala delta que permiten ver tanto la represa como sus islas y todo el colorido del municipio. El viajero está siempre acompañado de un piloto profesional durante un vuelo de alrededor de 12 a 15 minutos. El hotel cuenta con todos los permisos y certificados de seguridad.

Guadalajara de Buga, un milagro por descubrir

Como la notas cortas de viaje, como las de un cuaderno, de una bitácora, este es un apunte sobre Guadalajara de Buga en el Valle del Cauca.

Por Lizeth Morelos

Sube tres cuadras, a mano derecha voltea, de ahí sube tres cuadras más y apenas vea una ventana medio abierta, queda de ahí a dos cuadras más… Si a usted le están dando estas indicaciones quiere decir que usted ha llegado a Guadalajara de Buga, una ciudad adornada por casas antiguas que tiene historias en cada esquina y un interesante pasado por contar. Muchos la conocen porque han ido a pedirle al milagroso algún favor o han escuchado decir “voy a ir a cumplir una penitencia a Buga”; pero, ¿realmente conocemos qué hay más allá del turismo religioso? 

 

o no conocía Buga y debo aceptar que la única referencia que tenía de esta ciudad era la basílica. Pero al llegar y ver este paraíso que sobrevivió a un terremoto en el año de 1977 y a una toma guerrillera en una de sus veredas por el frente 5 de las Farc me hizo sentir admiración por cada calle que cruza esta gran ciudad, escuchar cómo con orgullo reviven las anécdotas de sus fundadores, me puso a pensar que los bugueños aman cada pedacito y rincón que los representa.

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“El bobo amarrado al papayo”: sobre esta expresión cuentan que las familias adineradas de la época, para no perder su pureza y riquezas, se casaban entre ellos mismos; esto generó que los descendientes nacieran con problemas genéticos y a algunos, dicen, tocaba amarrarlos a un papayo por tener problemas de conducta agresiva. Así como esta expresión se escuchan otras como “La dirección bugueña”, que la mencionamos al inicio de este texto y  “El paseo bugueño”, conocida por aludir a reuniones donde las mujeres van por un lado y los hombres por otro. 

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Su gastronomía busca que las familias se reúnan en la mesa a compartir una deliciosa chuleta que le da la vuelta a la bandeja, acompañada de papas fritas y arroz por montó, se invita a repetir y se demuestra que donde come uno comen tres con un sabor que es representativo de Guadalajara

Tesoros escondidos como la Casa Lago El Manantial ubicada en la vereda Alaska, te hacen soñar y querer volver y permanecer en este lugar, donde Don José construyó su casa encima del agua cristalina en una estancia acompañada de silencio, recibiendo a propios y visitantes que deseen  dejarse envolver por la magia y calma que irradian así se mire de lejos.     

Esta es Guadalajara de Buga, la ciudad señora, la que sueña, la orgullosa esa que todos los días trata de ser mejor y mostrarle al mundo su majestuosidad

Urrao, un paraíso de Antioquia

Entrevista a Érika Durango, una valiosa emprendedora y empresaria que le apuesta a la provincia como punto de desarrollo turístico.

F: Cuéntanos sobre Urrao y su importancia tanto a nivel departamental como Nacional.

E: Es uno de los municipios con más variedades de cultivos, desde el café hasta la granadilla, tomate, fríjol, y gulupa de exportación. Está rodeado de 5 páramos por lo tanto es uno de los municipios con más agua en el mundo. También hace parte del Chocó biográfico, llamado así porque es uno de los lugares donde más cae lluvia, por lo tanto, es un municipio con gran cantidad de endemismos tanto en flora como en fauna. Por esta misma razón existen gran variedad de orquídeas teniendo así el Parque Nacional Natural de las Orquídeas que está ubicado en la zona noroccidente. Fue uno de los municipios víctimas de la violencia armada por diferentes grupos ilegales por su ubicación en una zona estratégica, por su tamaño y por sus límites ya que se puede llegar a varias ciudades principales de la región.

Además de ello, tiene un registro histórico muy importante ya que fue un municipio donde se luchó contra la colonización de los españoles en su llegada a Colombia, dando lugar a enfrentamientos entre caciques y colonos. Referente a esto se celebran las fiestas tradicionales del municipio para hacer memoria a ese registro histórico.

 

F: ¿Qué atracciones turísticas encuentra un visitante en Urrao?

E: Un turista puede disfrutar de un clima húmedo tropical visitando lugares como finca hoteles de descanso en familia, zonas de pesca y disfrute de paisajes hermosos. Además los amantes de las aves pueden disfrutar de La Reserva Natural Colibrí del Sol donde encuentran alrededor de ocho diferentes especies de colibríes y otras aves como el Tororoi de Urrao.

En las zonas de Páramo se puede hacer montañismo, acampar y disfrutar de imponentes paisajes. También se pueden visitar fincas agroturísticas para tener un mayor conocimiento sobre los cultivos de la zona, en especial el aguacate, ya que Urrao es el principal exportador del país con los mayores cultivos.

 

F: Háblanos sobre la fama de Urrao como el municipio con la mejor taza de Café de Colombia.

E: La señora Carmen es una cultivadora de café de la vereda San Carlos, ella junto con su familia tienen sus sembrados de café y en el año 2014 se ganaron la mejor taza de café de Colombia en la taza de la excelencia. Por tal razón Urrao es considerado uno de los municipios de Colombia con una excelente taza de café. Su desempeño como mejor taza de café es gracias al proceso que tienen de recolección del café, ya que solo recolectan grano maduro y lo fermentan en agua; además otro de los beneficios es la altura de la zona, por lo tanto, este conjunto de cosas hace que su café sea de los mejores del país, denominado café Chiroso.

 

F: Urrao tiene una de las montañas que alcanza la mayor altura en el departamento de Antioquia. Cuéntanos sobre su Importancia.

E: En el municipio se encuentra El Páramo del Sol que tiene una altura de 4.080msnm, siendo esta la mayor altura de Antioquia, justo donde termina la Cordillera Occidental, dando paso a la planicie chocoana. Es uno de los complejos paramunos más extensos de Colombia y en mayor estado de conservación; allí se pueden encontrar especies endémicas como Puya Anqioquensis (piñuela), Speletia Frontinoensis conocidos comúnmente como frailejón, esta especie crece de 3 a 5 centímetros por año y encontramos allí ejemplares hasta de 4 metros de altura, siendo ésta una de las especies más importantes para captación de agua y de vital importancia para estos ecosistemas, ya que es de las únicas especies que pueden sobrevivir a este tipo de ambientes; además existe Lephantes Paramosolensis (tipo de orquídea), éstas son plantas que solo se encuentran allí.

En esta zona también existe un corredor biológico para el oso de anteojos y cuenta con el complejo lagunar Puente largo, uno de los filtros de agua más profundos de Suramérica. Es de suma importancia para los turistas tener cuidado con el medio ambiente y proteger estas zonas de Páramo ya que son los principales captadores de CO2 y producción de agua dulce.

F: Usted es la persona que ha vuelto a traer un vuelo semanal a Urrao. ¿Cuándo nace esta idea y qué se puede esperar a futuro?

E: La idea de restablecer las rutas en avión de Medellín – Urrao – Medellín nace gracias al proyecto de turismo que se ha creado por medio de la empresa Viajes y Destinos Paraíso, la cual tiene un enfoque de turismo receptivo para turistas nacionales y extranjeros que quieran conocer los lugares atractivos del municipio. En años anteriores el aeropuerto estuvo activo y se hacían varios vuelos semanales por medio de la aerolínea Aces, empresa que cerró las rutas en el municipio en el año 2000 y en el año 2002 se fusionó con Avianca.

Desde entonces varias empresas privadas habían intentado posicionar de nuevo las rutas, pero no había sido posible. La agencia Viajes y Destinos Paraíso empezó con los vuelos comerciales en el mes de junio del presente año los sábados y lunes.

La respuesta de la comunidad ha sido muy satisfactoria ya que Urrao se encuentra a 5 horas de Medellín en transporte terrestre y en transporte aéreo se demora tan solo 20 minutos, ademas de que el aeropuerto Alí Piedrahita es uno de los mejores conservados de la región y se debe aprovechar para el servicio de la comunidad. Este proyecto se quiere hacer a largo plazo, posicionar el servicio y a futuro se espera tener un servicio más completo con rutas todos los días de la semana.

Hacienda Cañasgordas

Fue un vuelo tranquilo, el viaje demoró alrededor de una hora, aterrizamos sin contratiempos en la tierra del Alférez Real, el que inmortalizó José Eustaquio Palacios.

Fue un vuelo tranquilo, el viaje demoró alrededor de una hora, aterrizamos sin contratiempos en la tierra del Alférez Real, el que inmortalizó José Eustaquio Palacios. El inmenso valle que se divisaba era resguardado celosamente por los célebres Farallones de Cali, que vienen a ser parte, dentro de la geografía colombiana, de la Cordillera Occidental de los Andes Colombianos.

Atravesamos la ciudad sin mucho contratiempo, y al cabo de un rato, luego de una parada técnica a desayunar empanadas vallunas, nos asomamos a la entrada de la Hacienda Cañasgordas, la cual, a estas alturas, con la expansión urbana de Cali, hace parte ya de la urbe de la ciudad, rodeada de zona residencial y gratos restaurantes, a pesar de que en la obra de José Eustaquio, publicada por aquéllos días en los que Manhattan asistía a la histórica puesta en escena de la estatua de la Libertad, la Hacienda quedaba en las afueras de Cali.

En la novela, que cuenta la historia de amor que empezó siendo un imposible y terminó en un desenlace inesperado, también se relata la vocación económica de Cali hacia finales del Siglo XVIII, así como el comercio y la ocupación de los esclavos por aquéllos años. Se sumerge también, la novela, en el mundo de la entrañable Hacienda Cañasgordas, la cual, para la época, simbolizaba poder, abundancia y lujo.

Nos recibió Duván, un joven bastante interesado por la Hacienda y la preservación de su legado, quien nos hizo pasar mientras esperábamos a Maria Helena, la directora de la Fundación Cañasgordas, quien en los últimos tiempos ha estado al frente de la recuperación de este espacio, trabajando día y noche, poniendo su alma, mente y corazón al servicio de la cultura y la historia, con una sensibilidad tan profunda por todo lo que representa la Hacienda que lo demuestra en su entusiasmo cuando habla.

Mi compañero, el que iba a tomar las fotografías, arrugó la cara cuando vio el montaje de una tarima con carpa que yacía en todo el frente de la Hacienda, llevaba días pensando en las fotografías que sacaría sobre la Hacienda y en poco contribuía a los planos que quería sacar aquel montaje, el cual se iba a estrenar el 3 de julio que se avecinaba, conmemorando 207 años de la Independencia de Cali, hito histórico con el que la Hacienda tuvo mucho que ver.

Perturbado todavía por la tarima, John desenfundó su lente y nos dispusimos a recorrer el interior, atraídos por la paz que se respiraba en el lugar, el verde que lo cerca y el sonido inconfundible de la naturaleza que yace apacible. Duván y Maria Helena tomaron la delantera, guiando el camino y hablando un poco sobre los años de abandono, de las condiciones deplorables en las que habían llegado a ver la Hacienda, y de los años de decadencia que amenazaron con echar al piso el valor histórico del lugar.

Nos detuvimos en el corredor antes de atravesar una puerta gigante que estaba detrás de nosotros, mientras Maria Helena nos señalaba unas ruinas justo a un costado de la entrada, indicando que en ese lugar funcionó, en los años del Alférez Real, el ingenio de la Hacienda. Dimos la vuelta y entramos, atravesamos las gruesas paredes que daban cuenta de la antigüedad de la casa, mientras nos señalaban, como evocando al pasado, que en ese lugar quedaba el comedor, y que era gigante.

Las paredes eran blancas, estaban recién pintadas y trataban de ser lo más fieles posibles a ese mundo de otrora que quieren rescatar para la historia y la memoria. Del otro lado estaba la cocina, y atravesando el corredor, al final, las escaleras hacia el segundo piso. Entramos en la plancha de arriba, caminamos por las habitaciones, atravesamos una sala en la que hacía presencia el padre de la capilla de la Hacienda, y llegamos a la habitación del Alférez, desde donde se divisaba todo el frente de la Hacienda, lo que le permitía estar al tanto de quienes entraban y salían de Cañasgordas.

A un costado de la habitación había una ventana que daba a otro margen de la Hacienda, desde donde se podía apreciar el boceto de lo que en otrora fue la Capilla, y a unos cuantos metros, una fosa que daba cuenta del cementerio, donde enterraban los esclavos que fallecían en la Hacienda, los cuales se ocupaban de la ganadería, el ingenio y los demás oficios que se requerían tanto para la empresa productiva como para el servicio de la casa.

La Hacienda Cañasgordas, hoy convertida en la expectativa de un lugar que abrirá sus puertas a quienes quieran conocer un poco más sobre la historia política y cultural de Cali, debe su nombre a las guaduas que alberga en su vegetación, las cuales se conocían en aquellos años como Cañasgordas. Además, si se tiene en cuenta que en este lugar se dieron encuentro líderes de la gesta independista, que más tarde llevaron a la emancipación española, la Hacienda se erige como un lugar de memoria nacional, que da cuenta de un momento importante en la historia de nuestro país.

Su vasta extensión, la que en antaño ostentó, se reduce hoy a 10 hectáreas, en las que se conserva la estructura de la casa, el lugar donde quedaba la Capilla y el cementerio, así como el ingenio. El resto del terreno, convertido hoy en condominios y edificaciones, eran extensiones de tierras dedicadas a la ganadería.

Su memoria, la que el país optó por recuperar desde que la declaratoria Patrimonio Histórico, y desde que se instó al Estado a aportar los recursos necesarios para su recuperación y preservación, se instalará en la región del suroccidente de Colombia para dar cuenta de dónde venimos, de la importancia de honrar nuestras raíces y salvaguardar un legado.

Va a ser un museo, y promete honrar la memoria de la sociedad a la que se debe. Dentro de las cuentas que hace Maria Helena, se planea también una zona de restaurante, de picnic, de eventos, todo dentro de un plan estratégico de sostenibilidad, sin dejar de lado la importancia de transmitir, de generación en generación, el valor histórico que este lugar ostenta dentro de nuestra trayectoria. Cuando abra sus puertas, La Hacienda será un lugar de referencia para visitar en la región, donde no solo habrá diversión, sino también historia y tradición.